GESTIÓN, PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y PATRIMONIO URBANO

Con el título “Patrimonio Urbano y Sustentabilidad”, fue publicado el día domingo 06 de mayo de 2018, un artículo en la sección “Mirada Urbana” en el diario El Sur (Concepción, Chile), del profesor Dr. Arq. Leonel Pérez B. (académico del programa de Magíster en Arte y Patrimonio).

“PATRIMONIO URBANO Y SUSTENTABILIDAD

El patrimonio ha cambiado hacia una construcción social que explora constantemente en sus usos y significados colectivos. Las comunidades se apropian del patrimonio como herramienta de defensa territorial ante el impacto de los procesos de urbanización neoliberal, como muestra el trabajo de la Mesa Ciudadana para el Patrimonio de Tomé.
 
Mientras que a nivel global el patrimonio se encuentra tensionado por su doble rol en la construcción de identidades (recurso local y nacional) y la ge­neración de plusvalías (recurso que genera efectos como la turistificación), en el Gran Concepción, el debate persiste en cuestionar los procesos de patrimonialización, rebatiendo la utilidad de la mirada identitaria y demonizando la Declaratoria de Monumento Histórico de la Fábrica Bellavista como causa de deterioro.
 
Tres líneas de trabajo surgen para vincular patrimonio y sustentabilidad urbana. La primera es incrementar la participación e inclusión de las comunidades en la gestión del patrimonio. Un desafío en la agenda urbana es promover la imbricación entre patrimonio y ciudadanía, rescatando aprendizajes y acciones de puesta en valor por grupos ciudadanos o comunidades que se apropian de su memoria como defensa ante procesos de urbanización que excluyen modos de vida que no se adaptan a las políticas de neoliberalización de los usos de suelo.
 
Una segunda línea es la construcción de ciudadanía mediante comunidades como sujetos patrimoniales que se movilizan en la defensa de un legado que expresa la resistencia de modos de vida y formas de construir ciudad, más que defender materialidades. La creación de Corporación La Fábrica en Tomé es fundamental para la agenda urbana pues da sustentabilidad en tanto herencia intergeneracional participando en la gestión de nuevos usos, junto a otros actores.
 
Es central que las políticas públicas entiendan el sentido que asume el patrimonio como herramienta de reflexión colectiva sobre el pasado, presente y futuro.
 
La tercera es el fomento de la educación patrimonial y derecho al patrimonio como estrategia para dar sustentabilidad a escala local a la memoria e identidad local, generando el compromiso de las nuevas generaciones en la proyección del patrimonio como valor compartido y en su propio proceso de desarrollo.
 
Por último, des de lo legal resulta nece­sario avanzar hacia un derecho al patrimonio como parte de un marco universal de valores que garantice su protección de los procesos económicos que tienden a reducirlo a tienden reducirlo (erradamente) a condición de mercancía”.

Fuente de información: Diario el Sur